Los cargadores para vehículos GNL (gas natural licuado) ganan posiciones en la transición hacia un transporte marítimo y terrestre libre de emisiones. Y es que el GNL es un combustible para vehículos utilizado fundamentalmente en el transporte pesado que se obtiene de la energía fósil conocida más limpia que existe: el gas natural.
Pero, ¿cómo se produce el GNL? ¿Qué propiedades tiene? ¿Por qué supone una alternativa sostenible para el transporte? En las siguientes líneas, ofrecemos algunas claves.
Del gas natural al GNL
A diferencia del gas natural convencional, que es gas natural seco y se transporta a los centros de consumo en forma de gas y, por tanto, a través de gasoductos, el GNL es sometido a un proceso de licuefacción.
En este proceso de licuado, donde se obtiene el carburante enfriando el gas a una temperatura de -161ºC, se logra reducir su volumen hasta 600 veces para poder transportar mayor cantidad en los buques metaneros. Estos buques están especialmente diseñados para transportar GNL desde los países productores (como Australia, Qatar o EE.UU.) hasta los países consumidores.
En consecuencia, podemos decir que tanto el estado (gaseoso/líquido) como el tipo de transporte del gas (convencional/no convencional) son las principales diferencias entre estas dos formas de gas natural.
Ventajas y usos del GNL
Según el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, el Gas Natural es el combustible fósil conocido más puro y limpio, es decir, que produce emisiones menores de CO2 y, en consecuencia, tiene un menor impacto medioambiental. Esto significa que los cargadores para vehículos GNL constituyen una alternativa respetuosa con el medioambiente real que ahorra a camiones y vehículos pesados entre el 30% y el 40% respecto a otros carburantes, como la gasolina o el GLP (gas licuado del petróleo)
Asimismo, como combustible, el GNL permite reducir las emisiones de CO2, de óxidos de nitrógeno y de partículas finas en un 15%, 35% y 95% respectivamente.
Algunas curiosidades
¿Sabías que si se derrama por tierra o agua, el GNL se evapora sin dejar residuos? Dada su inocuidad y puesto que es un 40% más liviano que el aire, el gas natural licuado no genera residuos en caso de incidencia durante el transporte.
Por otro lado, los vehículos pesados que utilizan GNL generan un ruido de motor mucho más reducido (aproximadamente, del 50% respecto a los vehículos que funcionan con gasolina).
Asimismo, el GNL dota de una mayor autonomía a los vehículos que lo utilizan frente a los que no. Concretamente, los depósitos de GNL se sitúan entre los 1000 y los 1.500 kilómetros, convirtiéndose en una alternativa ideal para transportes de largas distancias. Por tanto, más allá del factor ecológico, he aquí la razón principal de que su uso se haya extendido entre camiones, buques y demás transportes pesados.
Como ves, el GNL constituye una alternativa excelente al resto de combustibles, y desde Ercona apostamos por las soluciones de gas sostenibles y limpias. ¿Quieres conocer todos nuestros servicios energéticos? ¡Llámanos!
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